Para entender la nueva sentencia del tribunal supremo sobre las tarjetas revolving es necesario conocer ciertas nociones que te explicamos a continuación.
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El origen del problema
Las tarjetas y créditos revolving son una modalidad de financiación que permite a su titular disponer de un crédito a cambio del pago de pequeñas cuotas mensuales. Este importe disponible para el cliente disminuye con cada cargo y se repone con el abono de las cuotas, convirtiéndolo en un crédito rotativo equiparable a una línea de crédito permanente.
El tipo de interés medio que tiene esta modalidad de financiación es de un 24% T.A.E. Sin embargo, también tiene aparejados una serie de gastos y comisiones como pueden ser la comisión de reclamación de posiciones deudoras o indemnización por vencimiento anticipado, entre otras.
La base jurídica que se utiliza para anular este tipo de contratos es una Ley de 1908, de Represión de la Usura. Esta normativa se aplica a todo préstamo u “operación equivalente” que estipule “un interés notablemente superior al normal del dinero y manifiestamente desproporcionado con las circunstancias del caso”.
Cuando se cumple estos dos requisitos, el contrato es declarado nulo por usurario. Esto supone que el cliente solo deberá devolver a la entidad el dinero dispuesto sin intereses, comisiones y gastos. Y en el caso de que el importe que abonó el cliente a la entidad es mayor a la cantidad de la que dispuso, la entidad bancaria le devolverá ese exceso.
¿Cuándo un interés se entiende que es notablemente superior al normal del dinero?
En una sentencia del Tribunal Supremo de 2015, se aclaró que para que un interés sea notablemente superior al normal del dinero, debemos comparar el interés del crédito con el interés medio aplicado en aquel momento por las entidades bancarias para ese tipo de operaciones.
Es decir, como referencia tenemos que tomar la T.A.E. por ser el indicador que tiene en cuenta todos los costes asociados al mismo., el problema surge a la hora de determinar con qué dato debemos comprar esta T.A.E., porque en un primer momento, las estadísticas mensuales del Banco de España incluían los créditos y tarjetas revolving dentro de la categoría de créditos al consumo. Sin embargo, desde mayo de 2010, el Banco de España incluyó en sus estadísticas una categoría propia para los créditos revolving.
¿Por qué es importante la nueva sentencia del Tribunal Supremo sobre las tarjetas revolving?
La sentencia del Tribunal Supremo aclarara con qué categoría estadística debemos comprar el interés del crédito o tarjeta revolving para poder concluir que este es “notablemente superior al normal dinero”. En el anterior pronunciamiento del Tribunal Supremo sobre esta materia en el año 2015, el asunto enjuiciado era un crédito suscrito con anterioridad a 2010, por lo que el Alto Tribunal no tuvo que decantarse por una de las dos categorías.
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